Fijar metas en los niños y adolescentes implica que comprendan la importancia de la disciplina en sus vidas. Una vez que lo entiendan será más fácil para ellos –y para ustedes como padres de familia crear un plan de vida.
La base para lograr cualquier meta u objetivo es tener una planeación bien cimentada y trabajar para alcanzar los objetivos deseados. Hacerlo, implica que, a largo plazo, sus hijos puedan adquirir beneficios académicos y personales.
Cuando tengan un plan bien trazado, podrán afinar detalles, generar el hábito y hacer que lo cumpla más fácilmente. A continuación te presentamos 5 puntos importantes para orientar a los niños y adolescentes a fijar metas:
1. Primero pregunta qué es lo que quiere lograr
Lo elemental es platicar con él sobre los beneficios que obtendrá al ponerse una meta y preguntarle, qué es lo que desea lograr y cómo llegará a ese resultado.
Recuerden que la primera meta debe ser a corto plazo, demandar un esfuerzo moderado y tener una buena planeación; así cuando haya llegado a ella, se sentirá bien consigo mismo y habrá experimentado la necesidad de querer lograr más cosas
2. Hagan una planeación que sea realista
Ayúdenle a aterrizar la idea y a describir en términos específicos lo que le gustaría hacer, establezcan una fecha y realicen un plan de acción donde incluyan los pasos que deberá seguir y las pequeñas metas que deberá lograr para alcanzar su objetivo final.
3. No imponer
Sus hijos deben adquirir ese valor en su vida, pero, sobre todo, deben aprender a asimilar la responsabilidad de fijarse una meta.
Aquí es importante que permitan que sea ellos quien tome las decisiones sobre sus acciones, esto les ayudará a responsabilizarse y a ser consciente de que, si no trabaja en ello, no logrará su propósito
4. Reconoce sus logros
Como ya lo hemos mencionado, para llegar al objetivo final, su hijo habrá tenido que establecerse pequeñas metas, conforme vaya avanzando ¡reconócelos y aplaudan su esfuerzo, constancia y dedicación!
Conforme sus hijos vayan logrando avances, tendrán que irlos alentando y motivando, sólo recuerden que una vez que llegue a su objetivo principal, éste requerirá de un reconocimiento mayor.
5. Evalúa su rendimiento
La revisión del plan de acción es algo que deben realizar constantemente; háganlo cada semana, de esta manera podrán hacer los ajustes que sean necesarios sobre la marcha.
No olvides preguntarle cómo se siente con su avance y cómo se ha sentido durante la experiencia. La comunicación que tengas con tu hijo es el indicador principal para saber si van por buen camino.
Y recuerden: durante todo su proceso, motivarlos a que no se den por vencidos y siempre seguir de la mano su gestión de emociones. Estas buenas prácticas ayudarán de gran manera a que los niños y adolescentes tengan mejores resultados en todas sus actividades del día a día, desde académicas y deportivas, hasta en sus relaciones personales.